Mi trayectoria


Mi trayectoria resumida
Nací en Chaparral, un municipio del departamento del Tolima (Colombia), a los pies de la cordillera Central de los Andes. Viví en el barrio El Rocío, donde también estudié hasta tercero de primaria.
Después de vivir un par de meses en Bogotá, volví a la zona rural de Chaparral para terminar la primaria en la escuela de la vereda Chontaduro, en el corregimiento de Calarma. Me promovieron de tercero a quinto grado solo porque no había certeza de que al año siguiente hubiera profesora en la escuela, ya que solo éramos seis estudiantes en total.
Después de terminar la primaria, estudié grados sexto y séptimo en el Colegio Manuel Murillo Toro, en la zona urbana del municipio.
Cuando terminé séptimo, me mudé de nuevo a Bogotá para terminar el bachillerato en el colegio Fabio Lozano Simonelli (Falosi), en el barrio La Fiscala de la localidad de Usme. Antes había estudiado un año en el colegio Arnulfo Briceño Contreras, en Villavicencio.
Fue en el Falosi donde conocí la astronomía por primera vez, gracias a un curso breve para profesores que tomé en el Planetario de Bogotá. Hasta entonces, aunque nunca había sido un mal estudiante, tampoco había destacado por mis resultados académicos. Mis notas no eran malas, pero tampoco las mejores. Creo que era porque nada me había llamado completamente la atención ni lo disfrutaba de alguna manera especial.
Después de hacer el curso en el planetario, me involucré de lleno en el club de astronomía del colegio y, al poco tiempo, supe que quería dedicarme a la astronomía. Participé en las Olimpiadas Colombianas de Astronomía y Astrofísica y, aunque solo pasé a la segunda ronda clasificatoria, esa experiencia me sirvió para aprender por mi cuenta y confirmar que realmente disfrutaba de la astronomía.
Me gradué como bachiller en noviembre de 2018 y, gracias a la ayuda del Fondo de Educación Superior para Todos (FEST) de la Secretaría de Educación Distrital (SED), pude financiar mi carrera de Licenciatura en Ciencias Naturales en la Universidad de La Sabana.
Ahí me formé como profesor de ciencias naturales con énfasis en física, en la Facultad de Educación. Aunque gran parte de mis estudios se centraron en la enseñanza de las ciencias naturales, nunca dejé de lado la astronomía.
Participé en un grupo de investigación en enseñanza de la astronomía con el que realizamos muchas actividades de educación científica y divulgación de la astronomía en la provincia de Sabana Centro, la región de mayor influencia de la Universidad de La Sabana.
Durante la carrera, también aprendí más sobre astronomía y sobre las habilidades que necesitaría para ser aceptado en un programa de posgrado. Por esos años conocí el campo de los exoplanetas, porque mis mentores más cercanos trabajan en astrobiología y ciencias planetarias. Aprendí sobre qué son, cómo se detectan, cómo se estudian y cuáles son algunas de las preguntas que aún están sin respuesta.
Para cuando terminé la carrera, ya tenía claro que quería ser astrónomo y dedicarme al estudio de los exoplanetas.
Gracias a dos escuelas de verano que descubrí por casualidad en grupos de astronomía de Facebook, conocí el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Después de presentarme dos veces a la Escuela de Astronomía Observacional para Estudiantes Latinoamericanos (ESAOBELA), fui aceptado y tuve la oportunidad de viajar a México por primera vez en 2023.
Durante la ESAOBELA, me informé sobre el programa de posgrado en astrofísica que ofrece la UNAM y sobre el programa de Becas Nacionales de Posgrado que ofrece la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI, antes CONACYT), del que pueden ser beneficiarios estudiantes extranjeros.
Entonces decidí que sería el Instituto de Astronomía de la UNAM, donde quería hacer la maestría en astrofísica y porque podía aplicar con una carrera de educación en ciencias. Solo tenía que aprobar el proceso de admisión.
Y así fue, cuando terminé la Licenciatura en Ciencias Naturales, mientras esperaba el título y hacía una pasantía para condonar mi crédito educativo, me inscribí al proceso de admisión a la maestría e hice los cursos propedéuticos (de manera virtual) para ser aceptado.
Pasar por el proceso de admisión fue toda una experiencia que espero contar en detalle en una entrada aparte del blog. Después de dos meses, fui admitido a la Maestría en Astrofísica del Instituto de Astronomía de la UNAM con una beca completa para los dos años que dura el programa.
Cuando recibí la notificación de admisión, contacté de inmediato con personas que ya había identificado que trabajan en el campo de los exoplanetas. Tras varios correos electrónicos y una reunión virtual, la Dra. Yilen Gómez Maqueo Chew, investigadora del Instituto de Astronomía, me aceptó para trabajar en su grupo.
Actualmente vivo en Ciudad de México, donde estoy cursando mi tercer semestre de maestría en Astrofísica en la sede de Ciudad Universitaria del Instituto de Astronomía de la UNAM trabajando en el análisis de curvas de luz de exoplanetas en tránsito.